Ego

Bravo por la nueva campaña publicitaria de Coca-Cola. No sólo han conseguido que un spot en televisión como Lola tenga un impacto mediático a nivel mundial. Han conseguido llevar la publicidad a otro nivel, convirtiéndola en un diálogo bilateral en el que el espectador puede participar.

El anuncio en cuestión muestra como una canción (Lola) interpretada por un joven delante de un escaparate de una tienda de televisores y cámaras de video se hace famosa en todo el mundo, es versionada de distintas maneras y genera entusiasmo y muchos seguidores. El anuncio invita al espectador a hacer su propia versión de Lola, con el aliciente que puede aparecer en alguno de los próximos 150 anuncios de esta campaña que la compañía emitirá por TV.

Adicionalmente, la marca ha convertido su página web en una red social, happing, donde los usuarios pueden darse de alta, publicar sus fotos y sus videos, y, lo que es más importante, publicar mensajes cortos acerca de todo lo que les hace felices (y aunque creo que abusan un poco de flash, la interfaz me ha gustado bastante). La idea es clara: Coca-Cola es felicidad, es gente feliz.


Me parece una campaña excelente porque combina perfectamente el efecto deseado ("Coca-Cola es felicidad") con el hacer sentir al cliente importante. El mismo protagonista del spot de TV es alguien que se hace popular sin serlo previamente; quizá un guiño a la generación 2.0, a la blogosfera y a la sociedad del facebook y del myspace.

Su principal competidor, Pepsi, tiene en marcha una campaña similar en la que anima a los consumidores a mandar sus fotos; las mejores aparecerán impresas en las latas de la bebida. Creo no obstante que es una campaña con menos impacto y que conecta menos con el público. Supongo que tiene que ver con el hecho que la música une más, que incita tanto al que quiere grabar su propia versión de la canción como al que quiere escucharla. En cambio ver fotos de otros parece algo más aburrido. El spot de Pepsi termina con la frase "si con esto no pillas..." que en mi opinión sobra; me parece una falta de respeto, y un intento a la desesperada de justificar por qué alguien querría ver su foto impresa en miles de latas de una bebida carbonatada de extractos.

En cualquier caso el aspecto más importante de estas dos campañas es lo centradas que están en el ego del consumidor. Él es en realidad el protagonista. Es su cara la que aparecerá en la lata, o su interpretación de la canción la que se hará famosa. De él depende que la comunidad online crezca.

Hace tiempo que vengo diciendo que los bloggers en realidad escriben para llenar su ego, para sentirse más importantes, para buscar un sitio en una sociedad en la que todos somos anónimos. Algunos más que otros, por supuesto (y evito poner ejemplos para no ofender a nadie). La sociedad 2.0, la de las redes sociales, es la que impulsa la participación de todos en eventos que quizá antes estaban reservados a unos pocos, pero también es la representación de un paso más del egocentrismo del capitalismo.

Veo también interesante la reflexión de cómo la sociedad 2.0 no es más que otro nombre para la sociedad postmoderna. Según la wikipedia, algunos rasgos característicos son la fragmentación de la autoridad y la commoditization del conocimiento. Según algunos filósofos modernos, el postmodernismo significa la contra-ilustración (otra referencia), el abandono de lo racional, y puede llevarnos al totalitarismo.