Saturday, February 03, 2007

A la moda

Antes de empezar este post me gustaría dejar claro que no tengo nada en contra de la gente que viste de una determinada manera. Cada uno es muy libre de hacer lo que quiera en ese sentido. También, claro está, de dar su opinión más o menos crítica al respecto.

Siempre me he preguntado quien decide qué es moda y qué no. Supongo que no debemos ser los humildes mortales que probablemente tenemos mejores cosas en qué pensar; sospecho que son los personajes más influyentes de la sociedad -sean éstos personas individuales o entidades más abstractas- los que establecen las tendencias a seguir. Lo que sí que parece claro es que todas las modas siguen el mismo patrón: empiezan ser patrimonio de unos pocos; a continuación el resto de la sociedad les sigue cual rebaño. Finalmente la élite establecedora de modas se da cuenta que es momento de renovarse, y el ciclo vuelve a empezar.

Mis conocimientos sobre la moda actual son los que son, y emplazo al avezado lector a añadir sus opiniones al respecto. Sin embargo sí que puedo afirmar que suelo ser bastante observador y analítico, y lo que voy a intentar hacer es diseccionar la situación actual.

Hay una serie de tendencias actualmente que van todas orientadas hacia el mismo concepto: todo aquello que parece retro, sacado de distintos periodos de tiempo de la segunda mitad del siglo XX. Se aplica a ropa, a anuncios publicitarios, a todo tipo de productos. El concepto es bien simple: se trata de adaptar ideas que ya se han usado anteriormente e incorporarles algunos elementos más modernos. Es lo que podríamos llamar el pseudoretro.

Hay gente que por el hecho de ir a la moda se cree superior a los demás, con opiniones mucho más válidas porque vienen avaladas por estar a la última. Quienes no están a la moda no se enteran de lo que pasa, están, siempre según los moderos, totalmente desactualizados, y por lo tanto deben ser excluidos de la sociedad auténtica, aquella sigue la moda. Y son esos precisamente los que deben estar preocupados. El pseudoretro está ganando tanta fuerza que están dejando de ser originales para convertirse en una oveja más.

Sin que sirva de precedente, para apoyar lo que estoy diciendo voy a aportar algunas evidencias. Afirmo que la moda pseudoretro tiene algunos elementos distintivos, a saber:
  • Esquemas de colores muy cercanos a la monocromía.
  • Prevalencia del dibujo frente a la fotografía.
  • Lineas o franjas. Generalmente estamos hablando de franjas en dos colores que se van alternando; dichos colores son versiones más claras y más oscuras del mismo tono. La alternancia de franjas suele ser en disposición horizontal, aunque existe algun caso aislado con disposición vertical. También está perfectamente admitida la disposición radial.
  • Tipografías redondeadas y con aspecto disco de los años 70.
  • Textos con extrusiones muy marcadas y con colores vivos.
  • Motivos florales o pseudoflorales.
  • El color lila (o púrpura, como se llame).
Como digo, esto es ya tan mainstream que aquellos que están a la moda deben empezar a preocuparse. Algunos ejemplos:

  • El logotipo del canal K3. Véase claramente el texto con extrusión en un color rosa brillante:

  • La publicidad abajo los precios de fnac. Nótese el look retro, las franjas alternas radiales, el aspecto casi monocromático y el tono lila.

  • El anuncio de kiwi y melón (también versión argentina) de Coca-Cola. Obsérvense los motivos de carácter floral combinados con una técnica algo más actual, como el degradado de gris oscuro a gris claro:

  • Las monturas de las gafas. Hasta hace relativamente poco lo que uno tenía que llevar para estar a la última eran las llamadas monturas al aire. Es decir, monturas suficientemente finas y discretas como para pasar desapercibidas, viéndose, a efectos prácticos, sólo el cristal flotando en el aire. Ahora se trata de todo lo contrario: vuelven las monturas de pasta, preferiblemente aparatosas y vistosas. No importa que entorpezcan la visión, se trata de que todo el mundo vea que uno va a la moda. Obsérvese también como coincide el estilo de gafas de pasta bien visible con el anuncio de fnac que he mostrado más arriba:


  • La publicidad del espacio movistar. Nuevamente textos con extrusión, colores vivos, simulación de impresión "a puntos". Lo siento, para este ejemplo no he conseguido encontrar recursos en Internet.

Naturalmente hay muchos otros, la lista sería interminable. Yo no voy a ser menos, y para desahogarme y quedarme tranquilo voy a poner también una versión pseudoretro del logotipo de este blog.



Lo siento moderos, tendréis que cambiar de tendencia porque si hasta yo hago un logo con este estilo, es que esta moda está empezando a estar pasada de moda.

Uno puede sentirse superior, mejor, más al día, bien consigo mismo. Puede esforzarse por estar a la moda, por no quedar excluído de una sociedad que penaliza cada vez más las diferencias del canon previamente establecido. Pero una reflexión me parece importante: nada de esto nos hace mejores.

2 comments:

  1. Hola!
    No creo que nadie dicte la moda como tal, yo lo veo más como un mecanismo de retroalimentación continuo. Algún diseñador hace algo que gusta a un grupo pequeño, otros lo copian, le agregan cosas, más gente lo acepta y así. Hay algunos genios, como Milton Glaser, capaces de imponer una iconografía ellos solitos, pero en general creo que no es así.

    Hay muchos diseñadores ignotos que crean su propia manera de vestir y luego son copiados, se mezclan tendencias, se recicla casi todo.

    Ahora bien, cuando el fenómeno alcanza la magnitud de "moda", entonces a prepararse, porque es como un tren fuera de control. Los escaparates se llenan de un estilo consolidado del que es casi imposible escapar, y luego, a fuerza de verlo y verlo, hasta nos gusta!

    Supongo que te refieres sobre todo a este último caso... a mi lo que más me choca es la parte psicológica, como consiguen que al final estemos cómodos con esa nueva estética al punto de sentir aversión a las anteriores... eso si que es extraño!

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  2. Lo cierto es que el post pretendía ser poco menos que una excursión. Coincido con la mayor parte de lo que dices. Mi comentario no sólo iba encaminado al hecho de que las "modas" sean capaces de absorbernos de tal manera que lleguemos a sentir aversión por las anteriores. Creo que la reflexión estaba en lo subyacente: la moda es un mecanismo de exclusión eficaz, implacable, indiscutible (admitámoslo, criticar a la moda, sea cual sea, siempre es peliagudo).

    Es curiosa la tendencia humana a "hacer piña" alrededor de aficiones o intereses comunes, y, por consiguiente, a dejar fuera de la piña los que no forman parte del grupo. Con la moda eso ocurre y mucho. Y dado que la moda es uno de los temas que está en la cabeza de todos (a nadie le importa si me hago socio de un club de fans de Star Trek!), estar o no a la moda es casi sinónimo de estar o no a la sociedad.

    Otro tema interesante es cómo algunas modas se hacen pasar por alternativas porque son conscientes que quienes se van a "apoderar" de ellas no son partidarios de la masificación de la moda. Pero acaban cayendo igual en la trampa.

    Por cierto, no soy socio de ningún club de Star Trek! ;)

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